El crecimiento
económico ha sido y es para muchos la solución a los principales problemas de
la economía y la sociedad. Ya sea
reducir el paro, la deuda, el crecimiento poblacional, el déficit o acabar con
la pobreza…siempre se ha buscado aumentar el producto interior bruto como
receta incombustible. Si bien es cierto que muchos países desarrollados disponen
de más bienes y servicios que nunca, este modelo no va a poder perpetuarse ni incorporar a los países que están rezagados.
En las economías más
avanzadas el crecimiento económico sigue estando altamente basado en la producción y
consumo de productos tangibles (comida, electrodomésticos, construcción,
coches), que requieren un uso intensivo de recursos naturales. Debido al
agotamiento de los recursos primarios es necesario hacer una transición
rápida a modelo de desarrollo con objetivos concretos (protección de la
naturaleza, eliminación del hambre, abastecimiento de agua limpia) en lugar del
crecimiento económico como fin en si mismo.
Por si alguien
sigue creyendo que las economías avanzadas son más limpias, o que la tecnología
va a sustituir infinitamente la necesidad de recursos finitos, propongo la siguiente
evidencia, que es solo una muestra de una vasta literatura que demuestra la saturación
del modelo actual.
- Tras la revolución industrial, se han rebasado los límites planetarios en cuanto a pérdida de integridad de la bioesfera, cambio climático, uso de la tierra y ciclos bioquímicos…Estos límites no solo merman actividades con un peso moderado en el PIB mundial como la agricultura (base de todo el desarrollo) o el turismo, sino que limita la totalidad de productos y servicios generados en la actualidad.
- Los países con mayor renta no han conseguido reducir de forma clara sus emisiones de CO2 por persona (véase gráfico 1 del anexo). Cabe reconocer que sí han conseguido moderar tus tasas de fecundidad, que es un indicador muy importante para mantener niveles de población moderados en el futuro (véase gráfico 2 del anexo).
- A nivel macroeconómico, también observamos notables síntomas de agotamiento del sistema: niveles de deuda pública (grafico 3) y privada (grafico 4) que crecen exponencialmente, creación neta empleo nula (grafico 5), ratios entre trabajadores y pensionistas menguantes (grafico 6), así como la dudosa sostenibilidad financiera del sistema de bienestar actual (en salud (grafico 7), educación y pensiones).
Parece
conveniente replantearse un modelo de desarrollo para mejorar el bienestar de
todos los ciudadanos pero respetando los límites planetarios. El aumento del
consumo, gasto y la inversión con el único fin de obtener mayor crecimiento del PIB no debe ser el fin de las políticas públicas
y los esfuerzos individuales.
Para ello
planteamos el siguiente marco inicial de acción:
Hacia una economía
estacionaria
La política macroeconómica
debe utilizar indicadores que minimicen el consumo de recursos, y no solo miren
la generación de outputs (bienes y servicios) como métrica de éxito y prosperidad
global. Los limites planetarios y los
costes de los inputs deben estar debidamente internalizados para que el desarrollo
sea verdaderamente económico. Debemos
incorporar más microeconomía a la macroeconomía, donde sí se buscan óptimos en
los cuales coste marginal se iguala al ingreso marginal. La política macro debe
buscar estados estacionarios donde los costes y los beneficios de la actividad se
igualen.
Más allá de
los problemas de asignación
La economía ha
solucionado los famosos problemas de locación de recursos escasos mediante el mercado, pero no ha conseguido
solucionar los problemas de escala (dimensión óptima de la actividad económica), ni de redistribución (asignación optima de recursos para respetar niveles de desigualdad
razonables). Debemos buscar mecanismos alternativos a la oferta y la demanda
para conseguir que la economía obtenga una dimensión equivalente a la regeneración
de los recursos naturales, así redistribuir los outputs hasta llegar a
valores de desigualdad que garanticen la dignidad de todos los ciudadanos.
Comercio justo,
no solo libre
El comercio debe
ser justo, y no libre de cualquier marco legal en el ámbito ambiental y
laboral. No pueden competir en el mismo terreno economías sostenibles (que
respeten a sus trabajadores y el medio ambiente) con otras insostenibles
(intensivas en el uso de combustibles fósiles, pesticidas químicos o que tenga
condiciones laborales injustas).
Los impuestos
para financiar lo bueno, desincentivando lo malo
El marco fiscal
debe gravar aquello que nos aleja del bien común (el uso de combustibles fósiles,
la destrucción de bosques, la contaminación del agua…) y potenciar aquello que
favorece la sostenibilidad (los productos duraderos, las actividades orientadas al mantenimiento y conservación, los alimentos producidos ecológicamente…).
Co-propiedad y
capital como fuente de ingresos alternativos al trabajo
El gasto público
va a depender altamente de la capacidad de mantener niveles de empleo altos. Si
la era de los robots no va acompañada de nuevos empleos, debemos incentivar que parte de la renta de las
personas venga del capital y no solo de las rentas del trabajo. Deben pues ser
en cierta medida propietarios o accionistas de los negocios que les rodean para
no quedar excluidos del sistema, y poder contribuir al sistema de pensiones.
Cuando la imposibilidad política es mejor que la
ambiental
Muchos pensareis
que estas medidas son inviables en un sentido político o que dejan mucho margen
a la subjetividad.
En el primer
aspecto debe decirse que es mejor luchar con un inviable social (el excesivo
lobby o concentración de poder que limita la verdadera política para el bien común)
que un inviable biológico (vivir en un mundo cuyos recursos naturales han sido
destruidos). Es por ello que también el tamaño
de las empresas debe asumir niveles estacionarios, para evitar una concentración
excesiva de poder que daña la competencia, la independencia de los gobiernos y la
capacidad para cambiar la sociedad.
Sobre el aspecto
subjetivo decir que las variables sobre las cuales hemos creado el desarrollo
actual son discutibles y tienen componentes éticos o filosóficos de una forma u
otra. Debemos dejar de intentar usar artificios matemáticos donde el acuerdo,
el sentido común y la responsabilidad son suficientes para definir una serie de
políticas y normas.
Me ha sorprendido
constatar que estas ideas llevan en el papel más de 80 años, y que lo que está
ocurriendo se lleva diciendo una y otra vez desde entonces. Es el momento de
actuar, poner en la agenda política la sostenibilidad en serio, dejar de
comprar sin objeciones éticas ni aspirar al crecimiento infinito de nuestros
negocios o comprar lo que no necesitamos…No hay cambio en políticas sin
cambio social y viceversa, necesitamos nuevos comportamientos pero también nuevas
leyes que reconozcan los límites al crecimiento cuantitativo, que trabajen por
un propósito mayor que garantizar un desarrollo responsable e integrador con todos los estratos sociales.
Literatura:
Recomiendo los
siguientes documentos y enlaces para constatar las afirmaciones que hago, así
como profundizar en un tema cabal como este.
- · Ecological Economics and Sustainable Development, Selected Essays: Herman Daly
- · Sacred Economics: Charles Eisenstein
- · The Limits to Growth: Massachusetts Institute of Technology (MIT)
Lo siguientes links muestran evidencia sobre los límites
físicos sobre el crecimiento:
- http://www.stockholmresilience.org/research/research-news/2015-01-15-planetary-boundaries---an-update.html.
- https://www.ted.com/talks/al_gore_the_case_for_optimism_on_climate_change#t-200194
- https://www.ted.com/talks/james_hansen_why_i_must_speak_out_about_climate_change
- https://www.youtube.com/watch?v=kPgohNERJBI
ANEXO
·
En el
grafico 1 se muestran los valores de emisiones de CO2 por cápita en toneladas métricas
por persona durante el 2013 y el PIB de su país ajustado a la paridad del poder
adquisitivo de 2011. Nótese que el patrón es creciente y bastante lineal
(aunque con dispersión creciente) entre la renta y las emisiones. Parece
bastante claro que los países de una mayor renta también contaminan más, y eso
muestra que el crecimiento económico no lleva sino a una mayor generación de
emisiones, bajo el modelo actual de desarrollo. El consenso científico es que
el aumento de temperatura derivado de estas emisiones hará la Tierra un lugar
mucho más limitado para la vida y el desarrollo del que conocemos.
·
En el
grafico 2 se muestra como la tasa de fecundidad, altamente correlacionada con
el crecimiento poblacional, sí que se modera con mayores niveles de renta. Este
aspecto sí que justifica un aumento de la renta de los países (y de la educación
y sanidad que se debe financiar con ella), para poder estabilidad el
crecimiento de la población y no presionar más los limites planetarios. El
problema es que la convergencia supondría, bajo el modelo de desarrollo actual,
un aumento insoportable de las emisiones.
En
el grafico 3 se muestra la evolución de la deuda pública en la zona euro
durante el tiempo del cual disponemos de datos. La forma exponencial de la
deuda, a pesar de los numerosos recortes aplicados, muestra un síntoma de alerta
sobre la sostenibilidad macroeconómica de nuestro sistema de gasto social.
·
En
el grafico 4(Fuente: eurostat) vemos la evolución del crédito privado concedido
desde 1998 en la unión europea. Vemos un patrón muy similar a la deuda pública,
lo cual muestra que el crecimiento exponencial de la deuda no se limita a la gestión
pública sino también a los entes privados.
·
El
grafico 5 muestra la creación de empleo en USA por década, que muestra una reducción
a casi la nulidad a lo largo del tiempo. El % es el número de empleos creados
con respecto a los empleos antes de empezar la década (no descuenta por la destrucción
de empleos). La creación de empleo neto es fundamental para mantener el sistema
de cotizaciones y por lo tanto las pensiones. USA no es el único país con estos
problemas como veremos en el grafico 6.
·
En
el grafico 6, se muestra el ratio de empleados con respecto al número de
pensionistas, un buen indicador de la sostenibilidad del sistema de pensiones,
el pilar del sistema de bienestar de España entre otros países. Como se puede
observar, se ha reducido en escasos anos esta relación, debido a la dificultad
de crear empleo, la gran destrucción de empleo, y el aumento de pensionistas.
·
En
el grafico 7 se muestra como el gasto en salud mundial en relación al PIB no ha
dejado de crecer casi un punto sobre el PIB por década. Esa tendencia no solo se observa en países que
hacen la transición hacia una cobertura de calidad universal, sino países que
ya han asumido ese estadio, pero que debido al envejecimiento de la población,
y la inflación tecnológica por otro, no han dejado de aumentar el peso de esta
partida, más rápido que el crecimiento del PIB. Más recursos en salud son
buenos si no comprometen otras partidas importantes como educación e
inversiones, así como no tomen prestado presupuesto entre generaciones.
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